La gentrificación acelera la transformación de la Ciudad de México
La Ciudad de México es una de las metrópolis más grandes y diversas del mundo, con una rica historia y cultura que se refleja en sus barrios y colonias. Sin embargo, en los últimos años, algunos de estos espacios han experimentado cambios profundos debido a la llegada de nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo, que buscan vivir en zonas céntricas, modernas y seguras.
Este fenómeno, conocido como gentrificación, ha generado beneficios pero también conflictos y desafíos para la convivencia y el desarrollo urbano.
¿Qué es la gentrificación?
Según la Fundación Universidad de América, la gentrificación es un fenómeno urbanístico en el que un barrio, por ciertas circunstancias, adquiere mayor plusvalía,
lo que causa que se torne atractivo para que un sector de ciudadanos, con mayor nivel social y económico, dirija su mirada a este, “lo que incentiva el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios, que comienzan a modernizar el entorno”.
En consecuencia, el precio de las rentas se eleva, las edificaciones son habitadas por más personas de otros segmentos socioeconómicos y, por lo tanto, se transforma por completo la fisonomía urbana.
Es decir, las personas originalmente habitantes de la zona comienzan a salir por ya no poder sostener el nivel de vida.
La gentrificación también puede implicar cambios en el uso del suelo, la oferta comercial y los servicios públicos, impulsados desde el sector privado o el público.
¿Cómo afecta la gentrificación a la Ciudad de México?
La gentrificación no es un fenómeno nuevo en la Ciudad de México. Desde los años 70 y 80 se ha presentado en forma de gentrificación simbólica y excluyente, provocando desplazamiento directo e indirecto de los vecinos originales.
Sin embargo, en los últimos años se ha acelerado debido a varios factores, como la recuperación del centro histórico, la demanda de vivienda por parte de jóvenes profesionales y extranjeros, la especulación inmobiliaria y la falta de regulación y planeación urbana.
Algunas de las colonias más afectadas por la gentrificación son Condesa, Roma, Juárez, San Rafael, Santa María La Ribera y Centro. Estas zonas se han convertido en polos de atracción para los llamados “nómadas digitales”, trabajadores remotos con salarios superiores a la media del país, que aprovechan los bajos costos y la oferta cultural y gastronómica de la ciudad.
Según datos de Vivanuncios, el precio promedio de rentar un departamento de dos recámaras en estas colonias es de 22,314 pesos mensuales, mientras el salario mínimo en México es de 4,680 pesos mensuales.
La gentrificación tiene efectos positivos y negativos para la ciudad. Por un lado, puede contribuir a la revitalización urbana, el aumento del valor catastral, la mejora de la infraestructura y los servicios, la diversidad cultural y social y el incremento del turismo. Por otro lado, puede generar exclusión social, desplazamiento forzado, pérdida de identidad e historia, segregación espacial, conflictos entre vecinos, deterioro ambiental y aumento de la desigualdad.
¿Qué se puede hacer para enfrentar la gentrificación?
La gentrificación es un proceso complejo y dinámico, que requiere de una visión integral y participativa para abordarlo. Algunas de las posibles acciones para mitigar sus efectos negativos son:
- Promover una política de vivienda social que garantice el derecho a la ciudad y el acceso a una vivienda digna y asequible para todos los sectores de la población.
- Regular el mercado inmobiliario y el uso del suelo, evitando la especulación, el acaparamiento y la sobreexplotación de los espacios urbanos.
- Impulsar la participación ciudadana y la gobernanza democrática, fomentando el diálogo y la colaboración entre los diferentes actores sociales e institucionales involucrados en el desarrollo urbano.
- Preservar el patrimonio cultural y natural de la ciudad, reconociendo y valorando la diversidad y la memoria de los barrios y colonias.
- Fomentar la inclusión social y la cohesión comunitaria, respetando y promoviendo los derechos humanos, la equidad de género, la interculturalidad y la convivencia pacífica.
La gentrificación es un reto pero también una oportunidad para repensar y transformar la Ciudad de México, buscando un equilibrio entre el crecimiento económico y el bienestar social, entre la innovación y la tradición, entre lo global y lo local.