Aspartame: ¿Qué dicen la ciencia y la OMS sobre este polémico edulcorante?

 

 

Aspartame: ¿dulce veneno o inocuo edulcorante?

Por Chema Arce, reportero especial de KCDMXRadio.com

29 de septiembre de 2023

 

El aspartame es un edulcorante artificial que se encuentra en cientos de productos en México.

El aspartame es uno de los edulcorantes artificiales más utilizados en el mundo, presente en más de 6,000 productos, desde refrescos y jugos hasta postres y medicamentos.

Su gran potencial para endulzar, que es 200 veces mayor que el azúcar, lo ha hecho muy atractivo para la industria alimentaria, que lo emplea para reducir las calorías y el costo de sus productos.

Sin embargo, su seguridad y sus efectos sobre la salud han sido objeto de controversia y debate durante décadas.

En México, el aspartame se encuentra en alrededor de 700 productos, de los cuales 500 son bebidas y 200 son sólidos, según una revisión realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) entre el 2016 y el 2017. Algunos de los productos que contienen aspartame son refrescos, jugos, postres, dulces, golosinas, cereales de caja y algunas botanas2. También se usa en pasta de dientes, pastillas para la tos y vitaminas masticables.

El aspartame está compuesto por dos aminoácidos, la fenilalanina y el ácido aspártico, y un éster metílico. Un gramo de aspartame aporta las mismas calorías que una proteína o un carbohidrato, es decir, cuatro calorías por gramo. Sin embargo, se utiliza muy poca cantidad de aspartame para endulzar, por lo que su aporte calórico es muy bajo.

El aspartame se descompone en el organismo en sus componentes originales y en metanol, un alcohol tóxico que se elimina por la orina.

¿Qué dice la ciencia sobre el aspartame?

El aspartame fue descubierto accidentalmente en 1965 por un químico estadounidense que trabajaba en un fármaco contra las úlceras. En 1974, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó su uso como aditivo alimentario.

Sin embargo, su autorización fue suspendida al año siguiente debido a las dudas sobre su seguridad. En 1981, tras revisar varios estudios científicos, la FDA volvió a aprobar el aspartame para su uso en alimentos secos.

En 1983, lo hizo también para bebidas carbonatadas. Desde entonces, el aspartame ha sido evaluado y aprobado por varias agencias reguladoras de todo el mundo, como la Unión Europea, Canadá, Japón y México.

Según la FDA, el aspartame es seguro para el consumo humano, siempre y cuando no se supere la ingesta diaria admisible (IDA), que es de 50 miligramos por kilogramo de peso corporal.

Esto equivale a unos 3,400 miligramos de aspartame al día para una persona de 68 kilogramos.

Para alcanzar esta cantidad, se tendrían que consumir alrededor de 19 latas de refresco o 107 sobres de edulcorante al día5. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece una IDA más baja, de 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.

La FDA y la EFSA basan su opinión en la evidencia científica disponible, que indica que el aspartame no es cancerígeno, no afecta al sistema nervioso, no altera el metabolismo de la glucosa, no provoca alergias ni migrañas y no tiene efectos adversos sobre el embarazo o la lactancia.

Sin embargo, reconocen que el aspartame está contraindicado para las personas que padecen fenilcetonuria, una enfermedad genética que impide metabolizar la fenilalanina, uno de los componentes del aspartame.

Estas personas deben evitar el consumo de aspartame y de otros alimentos que contengan fenilalanina. Por eso, los productos que contienen aspartame deben llevar la leyenda “Fenilcetonúricos: contiene fenilalanina”.

No obstante, la seguridad del aspartame ha sido cuestionada por algunos grupos y organizaciones que afirman que el aspartame es un producto tóxico y peligroso, que puede causar cáncer, daño cerebral, epilepsia, esclerosis múltiple, alzheimer, parkinson, diabetes, obesidad y otras enfermedades graves.

Estas acusaciones se basan en estudios realizados en animales o en humanos con dosis muy altas o con métodos poco rigurosos.

También se apoyan en testimonios anecdóticos o en teorías conspirativas sobre los intereses económicos de la industria del aspartame.

¿Qué dice la OMS sobre el aspartame?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo internacional encargado de velar por la salud pública mundial.

Dentro de la OMS, existe una agencia especializada en la investigación del cáncer, llamada Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). La IARC evalúa la evidencia científica sobre las sustancias o agentes que pueden causar cáncer y los clasifica en cinco categorías: carcinógenos para los humanos (Grupo 1), probables carcinógenos para los humanos (Grupo 2A), posibles carcinógenos para los humanos (Grupo 2B), no clasificables como carcinógenos para los humanos (Grupo 3) e inocuos para los humanos (Grupo 4).

En julio de 2023, la IARC publicó los resultados de una revisión sistemática sobre el aspartame y otros edulcorantes artificiales en la revista The Lancet Oncology y en su página web oficial.

La revisión se basó en más de 1,000 estudios científicos realizados en animales y en humanos durante los últimos 40 años.

El objetivo era determinar si el aspartame y otros edulcorantes artificiales podían aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.

La conclusión de la IARC fue que el aspartame se clasifica como un posible carcinógeno para los humanos (Grupo 2B).

Esto significa que hay evidencia limitada en humanos y suficiente evidencia en animales de que el aspartame puede causar cáncer.

Sin embargo, esto no implica que el aspartame sea cancerígeno para todas las personas ni en todas las circunstancias.

La IARC reconoce que hay incertidumbre sobre la relevancia de los estudios en animales

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