Musicoterapia: una poderosa herramienta para el bienestar emocional
Elizabeth Coombes
27-06-2023
La musicoterapia es una poderosa herramienta para brindar apoyo en el abordaje del trauma y promover el bienestar emocional.
En los últimos 20 años, el número de personas desplazadas de sus hogares debido a conflictos ha superado los 90 millones a nivel mundial. Esta cifra se ha más que duplicado desde principios de los años 90, una época que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados ha denominado “la década del desplazamiento”.
Este aumento vertiginoso no muestra signos de disminuir y ha sido impulsado por la situación actual en Siria y Ucrania.
Independientemente de la razón del desplazamiento, no hay duda de que verse obligado a abandonar la tierra natal es traumático.
El viaje hacia un lugar seguro puede ser física y emocionalmente desafiante.
El shock y la negación son las primeras emociones que suelen experimentar los refugiados.
Los problemas a largo plazo incluyen emociones incontrolables, recuerdos traumáticos recurrentes y dificultades en las relaciones interpersonales. También pueden aparecer síntomas físicos como náuseas y dolores de cabeza.
Si bien es crucial brindar apoyo práctico como seguridad física, alimentos, ropa y atención médica, también se debe ofrecer apoyo psicológico.
La musicoterapia es una terapia psicológica regulada por el Consejo de Profesiones de la Salud y el Cuidado (HCPC, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido y se encuentra en una posición privilegiada para brindar apoyo en el abordaje del trauma y promover el bienestar.
Los musicoterapeutas utilizan una variedad de intervenciones basadas en la música, como la creación de música interactiva, la composición de canciones y la audición de música.
Estas actividades ayudan a construir una relación terapéutica con los participantes.
La musicoterapia ofrece una forma flexible y accesible de apoyar el bienestar y compartir experiencias difíciles.
También puede evocar recuerdos positivos de las culturas de las que provienen los refugiados.
Estos recuerdos pueden ser compartidos con otros y ayudar a fortalecer la resiliencia.
En las etapas iniciales del trauma, la música puede formar parte de un paquete de primeros auxilios psicológicos (PFA, por sus siglas en inglés).
El PFA se ofrece generalmente inmediatamente después de un evento traumático y también en etapas posteriores.
Busca proporcionar a las personas seguridad, conexiones y esperanza.
La integración de estos elementos en las intervenciones basadas en la música y la musicoterapia es útil para los refugiados.
La música está presente en todas las culturas.
Las personas llevan consigo sus propias experiencias musicales dondequiera que vayan y pueden recurrir a ellas en busca de consuelo.
La música también puede ser un recurso para aquellos que necesitan tranquilidad.
Con una amplia gama de géneros y estilos musicales, hay algo para todos.
Debido a que la música está compuesta por una serie de patrones diferentes, algo a lo que el cerebro se siente atraído y busca activamente, existen oportunidades para regular las emociones.
Esto es fundamental para apoyar el bienestar de los refugiados.
Además, hacer música con un musicoterapeuta inmediatamente después del trauma ofrece la oportunidad de establecer relaciones, estabilizar emociones y reducir la ansiedad.
Estos son pasos cruciales para mitigar el impacto del trauma.
En el transcurso de mis investigaciones, he trabajado con diversas personas desplazadas, incluyendo a refugiados y familias en busca de asilo, centrándome en familias con niños menores de 3 años.
Mis estudios han demostrado que las personas que han recibido musicoterapia la encuentran útil y beneficiosa por diversas razones.
La musicoterapia brinda un espacio seguro para encontrarse con otros a través de la música, sin necesidad de palabras o explicaciones.
Este espacio apoya el desarrollo de sentimientos de seguridad y despierta la creatividad, algo vital para la salud mental.
Además, la musicoterapia fomenta y construye conexiones con otras personas en situaciones similares.
Mis proyectos han utilizado los principios fundamentales del PFA vinculados a la musicoterapia para grupos pequeños de familias que buscan asilo de Albania, Egipto, Siria y Pakistán.
Las actividades simples y estructuradas requerían un conocimiento mínimo del inglés, por lo que eran accesibles.
Se utilizaron movimientos al ritmo de la música, comunicación a través de juegos de ritmo, improvisación libre y canciones de los países de origen de los participantes, así como música del Reino Unido para involucrar a los grupos.
Esto ayudó a que las familias se sintieran parte de su nuevo hogar.
La previsibilidad del contenido de las sesiones también resultó útil.
Las personas que han experimentado traumas necesitan ayuda para sentirse seguras, y brindar sesiones estructuradas contribuye a ello.
También facilitaron el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales de los niños.
La unión como familia, algo que puede verse interrumpido por el trauma, también mejoró.
Para apoyar esto, los terapeutas pueden utilizar canciones de cuna y canciones infantiles de las culturas originales de las familias, así como melodías populares del Reino Unido, como “Twinkle Twinkle Little Star“, que siempre es muy querida.
La música y la musicoterapia son herramientas útiles para planificar el PFA y brindar apoyo terapéutico continuo a los refugiados.
Si bien es importante ser sensible a los deseos de las familias refugiadas que quizás no estén listas para participar en actividades musicales, es crucial que esta opción esté disponible para aquellos que deseen acceder a ella.
Los refugiados que se involucran con la música y la musicoterapia en sus nuevos hogares suelen informar mejoras en su capacidad para manejar su situación y avanzar.
Encontrar formas de ofrecer acceso a estas oportunidades de manera más amplia beneficiará a un mayor número de personas que buscan construir nuevas vidas.